domingo, 28 de abril de 2013

¿Y Oliverio dónde está?

  A propósito de la lectura de Oliver Twist de Carlos Dickens en la materia Construcción de la ciudadanía, algunos amiguitos preguntaron qué relación había entre una novela (cuyo abordaje en el cole suele ser siempre desde la literatura) y los accionares humanos. Bueno, convengamos que todo es parte de todo. De ahí tenemos que hacer surgir nuestra capacidad analítica...
  ¿Qué mejor manera existe para transmitir sentimientos, si no es a través del arte? ¿Qué puede ser una persona si no tiene sentimientos? ¿Cómo descubrir en nuestro fuero íntimo una amplia gama de sentimientos si no los conocemos? La respuesta a todo es "transmitir". Pasar de uno a otro. Ponerse en el lugar del otro. Llegar al otro y que el otro llegue a uno. Esa es la sociedad que nos tiene que instruir, en la que nos tenemos que forjar y la que tenemos que preparar para los que vienen. Apartarnos un poco de la acumulación de bienes, apartarnos del egoísmo... satisfacer nuestras necesidades, pero sin descuidar la de los demás. Somos artífices de todo esto, directa o indirectamente. Ser indiferente es algo terrible. Tenemos que luchar por un mundo con igualdad de oportunidades.
   Hemos estado conversando acerca de estas razones y casi todo apuntó a la infancia. Como en el caso de Oliverio, un niño cuyo destino parece darse desde el vamos, con un nacimineto en circunstancias tan horribles, y el condicionamiento social que definió desde sus primeros alientos el devenir de sus próximos años. Muy complicado. Si tan sólo Oliverio hubiera nacido en otro lugar... O, mejor, si tan sólo todos los lugares fueran buenos lugares para nacer... Me parece que tenemos mucho por delante, hay mucho que pensar aún.
   Reitero, la indiferencia es algo terrible. Vean este gran monumento: se llama "Los niños son vícitmas de los vicios de los adultos" (de Mihail Chemiakin: http://es.wikipedia.org/wiki/Mija%C3%ADl_Shemiakin). Presten especial atención, porque todos Uds. van a ser adultos algún día.
   Al igual que los ciudadanos en la Lóndres de Oliver Twist, en este monumento vamos a ver un Sr. o Sra. (lo mismo da) con cuatro brazos; o sea, es capaz de ayudar. Sin embargo dos de ellos están cruzados y los otros dos se tapan los oídos, también tiene los ojos cerrados. Pero está ahí (¿se acuerdan de los magistrados en el Capítulo III de Oliver?). Frente a esta figura hay una serie de personajes nefastos. Están a su izquierda la guerra, la pobreza, la explotación infantil, la tortura, el abusador, el falso educador; y a su derecha la falsa justicia, el bufón, el alcoholismo, el usurero, la madre entregadora y la mala medicina. Rodeados por todo esto vemos a dos niños resplandecientes, con los ojos vendados como símbolo de su inocencia, tanteanto al aire sin ver los peligros que los rodean... desprotegidos.
   ¡Cómo me hacen pensar estas cosas en el rumbo que tenemos que darle a nuestro mundo! ¡Somos el futuro! ¡Tenemos que estudiar, que trabajar nuestra solidaridad y sensibilidad para cambiar! 
   Sigan leyendo, no solamente a Oliver... lean todo, de todo, todo el tiempo que puedan. Piensen, analicen. Como hizo el escultor Mihail Chemiakin, quien con su arte no se cruzó de brazos ni dejó de ver y oir. El cambio primero siempre pasa por uno.
   Cada vez que vuelvo a ver las fotos siento una profunda tristeza, pero esa tristeza me hace sentir fuerte para tomar conciencia del cambio. Todos somos necesarios. Espero que este material les sirva.

Pd: Estas fotos las tomó el Profesor Ariel Gómez Bernárdis, quien es como un hermano para mí. Todo mi respeto, cariño y admiración hacia él.

Pd: Desde este enlace pueden descargar el EPUB: http://epubgratis.me/node/6502

:)







5 comentarios:

  1. ¿Qué puede ser una persona si no tiene sentimientos? ¿Cómo descubrir en nuestro fuero íntimo una amplia gama de sentimientos si no los conocemos? La respuesta a todo es "transmitir". Pasar de uno a otro. Ponerse en el lugar del otro. Llegar al otro y que el otro llegue a uno. Esa es la sociedad que nos tiene que instruir, en la que nos tenemos que forjar y la que tenemos que preparar para los que vienen.

    Me quedo especialmente con esta parte. Creo que, con otras palabras, fue en lo que uno creyó a la hora de elegir la docencia como camino. Camino que es aporte y manera de canalizar nuestra necesidad de cambiar las cosas o, si eso es utópico para algunos, siquiera intentarlo desde nuestro lugar.

    Cuando uno forma parte de eso que viene, porque es joven, pero a su vez está pudiendo ver más allá, queriendo también el cambio; cosas como estas no pasan desapercibidas.

    Me gustó la entrada y, encima, me dieron ganas de leer el libro...

    ResponderEliminar
  2. Profe.. visite nuestro blog!
    http://soy-seropositivo.blogspot.com.ar/

    ResponderEliminar
  3. Hola, Micaela, ¿cómo andás, tanto tiempo?
    Es una alegría que te acuerdes de mí.
    Ya mismo me estoy metiendo en vuestro blog.
    Un abrazo,

    ResponderEliminar